El próximo 12 de octubre se celebra el Día mundial de las enfermedades reumáticas. En concreto, la artrosis afecta a más de 7 millones de españoles y en 2020 será la cuarta causa de discapacidad en el mundo
Aunque la artrosis es uno de los efectos del continuo envejecimiento de la población, no solo afecta a personas de la tercera edad. De hecho, un 25% de los españoles de entre 40 y 45 años la sufre en cualquier parte del cuerpo. El Doctor Manuel Villanueva, especialista en traumatología, cirugía ortopédica y miembro de Top Doctors indica que los antecedentes familiares, la obesidad, los accidentes y la práctica de deporte profesional son factores que predisponen a sufrir artrosis.
Causas de la artrosis
Algunas de las causas que están adelantando la aparición de esta enfermedad son la obesidad (por factores mecánicos y metabólicos que dañan las articulaciones), los accidentes y la práctica de deporte profesional. Y es que aunque el ejercicio es saludable cuando se realiza en exceso y se pone el cuerpo al límite puede acabar pasando factura.
La artrosis afecta a más mujeres que a hombres, y también a diabéticos. Se sospecha que el motivo de esta desigualdad de género son los estrógenos, aunque no se sabe con seguridad. Lo que sí se sabe es que algunos tipos de artrosis se relacionan a alteraciones metabólicas, como niveles elevados de azúcar y de colesterol o al metabolismo de los lípidos, como en los obesos.
Aunque no hay una solución definitiva para la artrosis, disponemos de tratamientos que reducen sus síntomas, retrasan la enfermedad o mejoran la calidad de vida de los pacientes.
Los protectores de cartílago van acumulando evidencias sobre mejoría clínica y funcional.
En algunas indicaciones previenen la progresión de la enfermedad o retrasan la necesidad de cirugía. Lo mismo puede decirse de las terapias de viscosuplementación, donde los nuevos ácidos hialurónicos parecen superar las propiedades de los que hasta aquí se han utilizado o de las terapias biológicas autólogas (ortokine, plasma rico en plaquetas o células madre). Aunque en muchos estudios se evidencia que se producen mejorías clínicas aún se necesitan más conocimientos para saber su efecto real como moduladores del curso de la enfermedad, es decir para saber si frenan su avance, pues una regresión de la artrosis no parece real en el momento actual.
El quirófano solía ser la última opción, pero el aumento de pacientes con discapacidad funcional, cada vez más jóvenes, que ya no responden a la terapia farmacológica y que desean mejorar su calidad de vida, junto con las nuevas técnicas quirúrgicas y la mejora de las prótesis, han cambiado la situación.
Por ejemplo, si antes era impensable poner una prótesis a una persona de 50 años, o en el otro extremo a una de 80 o 90 años, ahora podemos seleccionar la prótesis más adecuada para cada caso. Actualmente no existe límite de edad. El límite lo marca el dolor y la discapacidad.
Por otra parte, para los cirujanos ortopédicos a veces es un reto dar valor a la limitación que cada una de las articulaciones afectadas representa para el paciente. Aunque aún más difícil es explicar la limitación para conocer cuanta mejoría funcional puede aportar una operación de cadera, de rodilla o de la columna a nuestros pacientes.
El doctor resalta que lo importante es detectar la enfermedad lo antes posible y nos deja seis consejos para prevenirla:
· Mantener un peso adecuado
· No auto-medicarse
· Tener unos hábitos posturales y laborales correctos
· Hacer ejercicio intercalado con el reposo
· Evitar las sobrecargas
· Mantenerse activo y adaptar el ejercicio a nuestro grupo de edad, no intentar forzar nuestro organismo a edades en que ya no corresponden ciertos esfuerzos