Afecta a más de 200 millones de personas en el mundo y suele tener implicaciones psicológicas en los pacientes que la sufren, por eso es vital poner soluciones
La incontinencia urinaria (IU) es un patología bastante común en España, afecta a un total de 6,5 millones de personas, de las cuales 4,5 son mujeres. Casi un 40% de las personas que sufren de IU tienen pérdidas a diario, por lo que esta patología suele limitar algunos aspectos del día a día.
Existen algunos factores que pueden influir en la aparición de estos episodios y, como hemos comentado, se trata de una patología que tiene implicaciones psicológicas, sobre todo cuando aparece a edades tempranas. Por este motivo, es imprescindible comprender las causas y abordar los tratamientos.
Aunque la menopausia puede ser un factor que influye, no es el único. Por ejemplo, las bebidas que llevan alcohol o cafeína también llenan la vejiga rápidamente, lo que hace que se necesite ir al baño con más frecuencia. Por otro lado, las infecciones del tracto urinario o de la vejiga pueden causar una incontinencia urinaria temporal. Y también influye el daño en los nervios que son responsables del sistema urinario. Otros factores que pueden influir son el estreñimiento crónico, ya que puede debilitar los músculos del suelo pélvico, dificultando la retención de la orina; y el exceso de peso, que aumenta la posibilidad de sufrir una infección urinaria al ejercer presión sobre la vejiga.
Tipos de incontinencia urinaria
No todas las pérdidas son iguales y no afectan de la misma manera a las personas que las sufren. A continuación detallamos los tipos de IU:
Incontinencia de esfuerzo: Es uno de los problemas más comunes y está relacionado con el control de la vejiga en las mujeres mayores es la incontinencia de estrés. Al estar los músculos debilitados no pueden retener la orina cuando se tose, se hace ejercicio, se estornuda, se ríe o se levanta algo pesado. Esta pérdida es muy común en ciertas etapas como el embarazo, el parto o la menopausia.
Incontinencia de urgencia: Este tipo de pérdida se produce cuando los músculos de la vejiga se aprietan de forma incorrecta o pierden la capacidad de relajarse. A veces este síntoma se denomina “vejiga hiperactiva”, porque las personas que la sufren tienen necesidad de orinar aun teniendo la vejiga vacía.
Incontinencia por rebosamiento: Cuando la vejiga no se vacía del todo se produce un goteo continuo de orina. Una de las causas más comunes que la originan es la falta de fortaleza y flexibilidad del músculo de la vejiga.
¿Qué soluciones hay?
Según los expertos, el tratamiento de la incontinencia urinaria depende de varios factores, incluyendo el tipo de incontinencia que experimenta y la causa de la misma. Los cambios en el estilo de vida pueden ayudar a disminuir la patología:
- Reducir el consumo de cafeína y alcohol.
- Entrenar la vejiga. Se pueden poner en práctica los ejercicios de Kegel, o ejercicios del suelo pélvico para fortalecer los músculos pélvicos.
- Perder peso para reducir la presión sobre la vejiga y los músculos.
Por otro lado, el médico podrá poner otros tratamientos más específicos, por ejemplo la estimulación eléctrica de los músculos pélvicos para recuperar el control de la vejiga si la pérdida está relacionada con una deficiencia nerviosa. Existen algunos dispositivos que pueden utilizar las mujeres cuando su pérdida está relacionada con el esfuerzo. Hablamos del pesario, un dispositivo rígido y suave que se inserta en la vagina para ayudar a reposicionar la uretra con el fin de reducir las pérdidas. Aunque también existen otras opciones como el inserto uretral, un pequeño dispositivo desechable que puede insertar en la uretra para tapar las fugas.
En cuanto a los tratamientos no invasivos hay algunas opciones como la biorretroalimentación, otro método utilizado, en la que se conecta un cable a un parche eléctrico sobre la vejiga y los músculos de la uretra que envía señales a un monitor, que le avisa cuando sus músculos se contraen. Otros dos tratamientos novedosos en los que se utiliza tecnología electromagnética EMSELLA y tecnología láser Incontilase de Fotona. El primero es una opción cómoda tanto para hombres como para mujeres, una sesión de EMSELLA equivale a 12.000 contracciones Kegels. De hecho, la investigación científica muestra que el 95% de los pacientes tratados han reportado una mejora significativa en la calidad de vida. Por otro lado, el tratamiento con IncontiLase ®, una tecnología desarrollada por Fotona, implica el uso de un láser que da lugar a una neogénesis y remodelación del colágeno, que encoge y tensa el tejido, permitiéndole recuperar la continencia.
