Una adecuada programación nutricional durante los primeros 1000 días de vida ayuda a construir salud a largo plazo, según los expertos. Es una de las conclusiones del Simposio ‘Programación nutricional durante los primeros 1000 días’, impulsado por Danone Nutricia Early Life Nutrition en el marco de las actividades del 64º Congreso de la Asociación Española de Pediatría (AEP).
Los primeros 1000 días, comprendidos desde la concepción hasta los 2 años de edad, ofrecen una ventana de oportunidad única para ayudar a construir la salud a largo plazo. Tal y como han puesto de manifiesto diversos expertos en nutrición infantil, seguir unos adecuados hábitos alimentarios en este espacio de tiempo posee un enorme impacto en la infancia y ayuda a marcar las bases para la salud futura, siendo también esta etapa clave para bebés con necesidades específicas, como por ejemplo en casos de alergia alimentaria.
Precisamente, el papel de la nutrición en este periodo de tiempo y su impacto en la salud futura es lo que se conoce como Programación Nutricional Temprana o ‘Early Life Nutritional Programming’, donde la lactancia materna juega un rol fundamental. Tal y como explicó el Dr. David Gil Ortega, del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca (Murcia), “durante esta edad tan susceptible, el estado nutricional y sobre todo algunos nutrientes en particular, marcan la forma en que la persona se prepara para su vida adulta. La nutrición a estas edades es capaz de programar la forma en que interpretaremos durante el resto de nuestra vida esa información genética que heredamos de nuestros padres”.
Y es que, tal y como manifestó y referenció el Dr. Gil, “a través de una adecuada estrategia nutricional en los primeros 1000 días de vida se puede contribuir a prevenir ciertas patologías tales como la obesidad, la hipertensión o la diabetes del adulto, que tienen un clara relación con la alimentación y el desarrollo del bebé durante su vida uterina y sus primeros 2 años de vida. Pero también las alergias, las enfermedades autoinmunes o ciertos cánceres. Asimismo, es importante recordar que a estas edades se establecen también los gustos y los hábitos de vida que después ayudarán a la perpetuación de una dieta saludable y a combatir estas enfermedades”.
Estas fueron algunas de las conclusiones del Simposio ‘Programación nutricional durante los primeros 1000 días’, impulsado por Danone Nutricia Early Life Nutrition en el marco de las actividades del 64º Congreso de la Asociación Española de Pediatría (AEP), en Valencia. Así, además de subrayar la importancia de la intervención nutricional temprana, el simposio contó con la participación de expertos como el Dr. Valero Sebastián Barberán, pediatra en el Centro de Salud Fuente San Luis de Valencia (Valencia) con su ponencia ‘Nutrición y salud intestinal durante los primeros años de vida’, y el Dr. Carlos Sierra Salinas, jefe de la Unidad de Gastroenterología del Hospital Materno-Infantil de Málaga, que centró su intervención en la lactancia materna como el mejor programador nutricional existente para el bebé.
Lactancia materna, el mejor inicio
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el uso exclusivo de la lactancia materna durante los primeros seis meses de vida, siempre que sea posible, y, desde este momento y hasta los dos años, iniciar un proceso de introducción de otros alimentos complementarios a la leche materna, el mejor alimento para el inicio de la vida. Se contribuye así a alcanzar los aportes idóneos de nutrientes que garantizan un adecuado desarrollo y ayudan a reforzar la salud futura.