Los problemas de tránsito intestinal son muy frecuentes. Los malos hábitos alimenticios, como no comer suficiente fruta y verdura y sí ingerir mayores cantidades de grasas de origen animal, repercuten en el funcionamiento del sistema digestivo
VER ARTÍCULO EN PDF – Por Montse Parada, A.Vogel
Los problemas de tránsito intestinal son muy frecuentes y pueden manifestarse tanto bajo la forma de una diarrea como de estreñimiento. Por ejemplo, el estreñimiento es un tipo de problema en el que la materia fecal ha estado durante demasiado tiempo en el intestino, esto puede dar lugar a materias fecales duras, y esto a su vez puede llegar a causar un gran dolor. De hecho, una de cada tres mujeres experimenta problemas digestivos como el estreñimiento, así lo indica la Fundación Española del Aparato Digestivo.
Los malos hábitos alimenticios como no comer suficiente fruta y verdura e ingerir cantidades elevadas de grasas de origen animal repercuten en el funcionamiento del sistema digestivo.
1. No olvides mantenerte hidratado
El primer paso hacia una buena digestión es estar hidratados, pues se favorece la absorción de los nutrientes de los alimentos y el tránsito intestinal. Se recomienda beber entre un litro y medio y dos de agua, aunque puede variar según las necesidades de cada persona. También puedes hidratarte con jugos puros de frutas y verduras frescas que, además, te aportarán vitaminas y minerales.
2. Vigila lo que comes
Muchos de los problemas digestivos tienen su origen en una mala alimentación, llena de productos precocinados, grasas animales y azúcares procesados. Si sigues una dieta equilibrada, rica en alimentos frescos y de temporada, estarás favoreciendo la función digestiva y evitarás las digestiones pesadas que hacen trabajar más a nuestro organismo.
Recuerda siempre incluir en tu cesta de la compra productos ricos en fibra, por ejemplo espinacas o cereales integrales, que servirán de apoyo a la digestión, o semillas de lino, que ayudarán a regular el tránsito intestinal, gracias a su alto contenido en fibra (27 g por cada 100 g).
3. No comas a deshoras
Tener unas horas fijas para desayunar, comer y cenar es clave para nuestro metabolismo y digestión. Algunos estudios aseguran que comer de manera inconsistente e irregular puede generar problemas intestinales y está relacionado con un mayor riesgo de síndrome metabólico, presión arterial alta, diabetes tipo 2 y obesidad.
Una manera de prevenir estos problemas es establecer unos horarios fijos en las comidas, lo que contribuye al correcto funcionamiento del proceso metabólico. Además, nos ayudará a mantener un control de lo que comemos.
4. Evita las comidas copiosas
Una dieta en la que se consume una cantidad excesiva de alimentos puede generar molestos síntomas digestivos como gases, hinchazón o, incluso, estreñimiento. Una forma de prevenirlos es llevar una alimentación que incluya la cantidad de alimentos necesaria para proporcionar al organismo la energía que necesita día a día.
En el caso de no poder evitar los excesos con la comida o la bebida, por ejemplo en reuniones o cenas con amigos, las plantas medicinales como el boldo y la alcachofera ayudan a aliviar la hinchazón abdominal y a depurar el organismo.
5 Que no te venza la pereza
Un estilo de vida saludable tiene en la actividad física uno de sus pilares fundamentales pues la práctica de deporte, además de fortalecer nuestros músculos, favorecen el tránsito intestinal.
Un estudio publicado en la revista Nature Microbiology* 2 resalta que la actividad física reduce el tiempo de digestión y ayuda a evitar los riesgos que se pueden desarrollar por un mal tránsito.
Recuerda que lo más importante es incluir poco a poco estos pasos en tu día a día. Por ejemplo, podrías cambiar el café de la tarde por una pieza de fruta o, si es posible, ir andando al trabajo. También, trata de evitar el estrés y encontrar un momento para relajarte y disfrutar de la naturaleza. Seguro que con todos estos consejos notarás como mejora tu tránsito intestinal.
6. Mima tus visitas al baño
Recuerda que al intestino, al igual que a los demás órganos de nuestro cuerpo, debemos educarlo y favorecer su regular funcionamiento. Por ello es importante mantener una constancia a la hora de acudir al baño, para regularizar nuestras deposiciones (procurar ir siempre a la misma hora).
Aunque al principio no de resultado, la perseverancia lo conseguirá, así como colocarnos en la mejor postura para facilitar la deposición, esto es, con las rodillas lo más próximas al pecho que podamos (nos podemos ayudar con una banqueta baja, por ejemplo).
7. Confía en el poder de las plantas como compañeras de viaje
El lino está presente en muchos aspectos de la vida cotidiana, pero se vuelve un granncompañero especialmente en verano, desde su uso en frescas prendas de vestir, a aliado para ayudar al cuerpo a regularse tras los cambios horarios y de dieta, clásicos en estas fechas. Entre muchos otros beneficios, las semillas de lino ayudan a regular la digestión y a tratar el estreñimiento ocasional. La combinación de las semillas de lino con extracto de sen y frángula te proporcionarán un alivio eficaz.
Y recuerda que lo más importante es incluir poco a poco estos pasos a seguir en tu día a día. También, trata de evitar el estrés y encontrar un momento para relajarte y disfrutar de la naturaleza. Seguro que con todos estos consejos notarás cómo mejora tu tránsito intestinal.