Las afecciones de la piel son uno de los problemas de salud más comunes que existen en España. Se estima que entre un 1-3% de los adultos padecen dermatitis atópica, que supone un 27% de las consultas sobre problemas dermatológicos en las oficinas de farmacia
En España aproximadamente un 20% de la población infantil tiene dermatitis atópica. En la población adulta los datos son más difíciles de recabar, ya que muchos pacientes dejan de acudir a las consultas pero se estima que entre un 1-3% de los adultos la padecen”, asegura África Luca de Tena, responsable de comunicación de la Asociación de Afectados por Dermatitis Atópica (AADA).
Por su parte, Marta Alcalde, vocal de Dermofarmacia y Productos Sanitarios del COF de Barcelona, afirma que “las patologías dermatológicas que más frecuentemente se consultan en oficina de farmacia son: la dermatitis atópica (27% de consultas), la alopecia (21%), la hiperpigmentación (11%), el acné y la psoriasis (5%), la caspa (6%) y los estados descamativos, la rosácea (4%) y los hongos ya sean en la piel o en las uñas”.
Por supuesto, estos datos estadísticos se ven reflejados en el mercado de dermofarmacia que sigue en aumento y que, según los últimos datos de IQVIA de diciembre, muestra que el mercado de Consumer Health (CH) con tendencias positivas en valores (+2,5%). Concretamente, el mercado de la dermocosmética ha facturado 1.406.441.729,66 euros en noviembre de 2019 con la venta de 115.903.630 unidades, aportando un 33% a la cuota de mercado y teniendo el primer puesto la clase de productos de belleza para mujeres. Los laboratorios que encabezan las ventas a mes de diciembre de 2019 según IQVIA son: Isdin, Avene, Cantabria Labs, La roche posay y Vichy, respectivamente.
“Dependiendo de la gravedad, la piel se verá más o menos afectada y en mayor o menor superficie, pero los síntomas cutáneos más habituales son: Eccema, descamación, aparición de grietas, eritema, costras y supuración”, apunta Luca de Tena. En cuanto a las causas que producen estas afecciones, Luca de Tena explica que aunque “la causa exacta de la dermatitis atópica es desconocida, sin embargo, hay factores genéticos, inmunológicos y ambientales que juegan un papel en el desarrollo de la enfermedad. Los pacientes con dermatitis atópica tienen un mal desarrollo de la función barrera de la piel, a menudo debido a una deficiencia en ceramidas (un lípido) y filagrina (una proteína). Esto significa que la barrera cutánea está debilitada, pierde humedad y puede permitir que distintas bacterias puedan entrar en el cuerpo (causando infecciones en la piel). Estas alteraciones además dejan la piel seca y agrietada”.
Tratamientos y consejos dermatitis atópica
Desde AADA dan algunos consejos para todas las personas que viven con este tipo de patología: “Resulta fundamental la hidratación frecuente, para poder reponer la humedad y mejorar la barrera cutánea. Además es aconsejable cuidar los tejidos que escogemos a la hora de vestirnos (es preferible huir de los tejidos sintéticos y de las prendas muy ajustadas y utilizar prendas de algodón), así como los detergentes que utilizamos para lavarla. Es mejor que sean hipoalergénicos o testados dermatológicamente; evitar las calefacciones altas, ya que la sudoración y el calor empeoran los síntomas, y tratar en la medida de lo posible de evitar o disminuir el rascado para no empeorar el brote. Se recomienda que los baños sean cortos y con la temperatura del agua tibia. Al salir, el secado deberá hacerse mediante “toquecitos” en lugar de frotándose e hidratar la piel inmediatamente”.
Según Luca de Tena, “las personas que padecen una DA leve pueden controlarla mediante una buena hidratación con emolientes adecuados y el uso de productos específicos para el baño que no contengan jabón, y usar los denominados: syndets, que tienen un pH más afín a la piel. Cuando aparecen los eczemas, siempre bajo prescripción médica, se puede recurrir a los corticoides tópicos. Para las atopias más severas existen otros tratamientos como son: la fototerapia, corticoides orales, inmunosupresores o los tratamientos biológicos que están empezando a ver la luz estos últimos años”.
El papel del profesional farmacéutico
“El farmacéutico tiene un papel muy importante en este tipo de patologías. La población, como norma general, suele quitar importancia a las afecciones de la piel y tarda bastante en acudir al médico, y suele ser el farmacéutico el que recibe la primera consulta en relación a este tipo de problemas. En muchas ocasiones es el farmacéutico el que, ante la sospecha de una patología cutánea, deriva al médico de atención primaria o al dermatólogo en caso necesario”, explica Alcalde.
“En ocasiones donde la afección sea leve, el farmacéutico puede recomendar productos dermofarmacéuticos o medicamentos de indicación farmacéutica; en otras, puede recomendar la derivación y productos que ayuden a minimizar las molestias del paciente mientras se produce la visita con el médico y que no interfieran en el diagnóstico”, continúa.
“Una vez que se ha producido el diagnóstico y se ha pautado el tratamiento, el farmacéutico tiene un papel importantísimo en el seguimiento del mismo, en el momento de la dispensación puede aclarar dudas y recordar al paciente la pauta, indicar el modo de administración y recomendar otro tipo de medidas higiénico dietéticas que, aunque no sean el tratamiento en sí, ayuden y aumenten la eficacia del mismo”, apunta.
“En aquellas patologías donde haya una cronicidad o bien el tratamiento sea largo en el tiempo, el farmacéutico ha de hacer mucho énfasis en la importancia de la adherencia al mismo para asegurar el éxito. Desde la farmacia se puede ayudar a estos pacientes explicándoles muy bien cuál es su patología, haciéndoles un seguimiento periódico y, en definitiva, acompañándoles en todo momento. En muchas ocasiones, estas patologías pueden llegar a ser estigmatizantes para los pacientes y el tener a alguien cercano que les ayude a resolver dudas puede ser muy positivo para ellos”, explica.
“En muchas patologías dermatológicas, sobre todo en aquellas relacionadas con el sol, el papel preventivo del farmacéutico es fundamental. Desde la farmacia siempre se recomendará el uso de un protector adecuado según el tipo de exposición y las características de cada individuo, y se recordará la importancia de realizarse una revisión dermatológica por un especialista de forma periódica para que sea él el que puede analizar la aparición de alguna lesión sospechosa”, concluye.
Queratosis actínica
En Infarma Barcelona 2019, Marta Alcalde dio una conferencia sobre “Queratosis actínica, una patología de consulta cada vez más frecuente en la oficina de farmacia”. Sobre la queratosis explica que “se considera como uno de los carcinomas in situ más frecuentes entre la población. Es una forma incipiente de cáncer cutáneo no melanoma que con frecuencia se desarrolla en forma de múltiples lesiones y que si no se trata, con el tiempo, puede evolucionar a formas invasivas más peligrosas como el carcinoma escamoso invasivo que requiere tratamientos más agresivos, de aquí la importancia de su detección”.
“Es una enfermedad que está asociada a la exposición solar crónica, por eso actualmente su prevalencia está aumentando entre la población adulta. Se prevé que en un futuro está prevalencia sea mayor debido al aumento de la esperanza de vida de la población y a los hábitos de exposición que teníamos en épocas pasadas y cuyos frutos estamos recogiendo en la actualidad”, afirma.
Según Alcalde, “en España en el 2015 se realizó el estudio EPIQA, donde se analizó la prevalencia de esta enfermedad en los servicios hospitalarios de dermatología. En dicho estudio se estimó que la enfermedad afectaba al 28,5% de los pacientes de más de 45 años y que, además, aumentaba su prevalencia con la edad, llegando a un 60,4% en pacientes de más de 80 años. En el estudio también se reveló que sólo el 65% de los diagnosticados con queratosis actínica acudían a la consulta por dicho motivo, el resto lo hacían por otros motivos que no tenían nada que ver. Este hecho demuestra que esta patología está infradiagnosticada e infravalorada por los pacientes seguramente porque las lesiones son asintomáticas, poco visibles y en muchas ocasiones sólo detectables con la exploración”.
En esta patología de la piel, la educación para la salud de los pacientes es fundamental para conseguir cambios en sus hábitos de exposición solar perjudiciales y promover hábitos de exposición saludables. Es en este tipo de estrategias de prevención primaria donde el farmacéutico tiene un papel fundamental. “Pero no sólo eso, porque también como agentes sanitarios que somos tenemos un papel fundamental en las estrategias de prevención secundarias y terciarias que van dirigidas más a la detección precoz de las lesiones y al restablecimiento de la salud una vez que se ha diagnosticado y tratado la enfermedad. El farmacéutico, por ser el profesional sanitario más accesible a la sociedad, puede incluir estos mensajes de educación sanitaria en su práctica diaria, en el momento de la dispensación de los tratamientos puede informar de la correcta administración de los mismos, puede potenciar la adherencia, puede informar de los efectos secundarios más habituales y cómo aliviarlos, puede informar de los cuidados posteriores de la lesión y de cómo proteger la piel para evitar recidivas y por último ha de incentivar la autoexploración y el control médico periódico de cualquier lesión sospechosa para evitar la aparición de nuevas queratosis”.
El tratamiento de la queratosis actínica se ha de plantear desde un punto de vista integral, ha de comprender medidas de prevención primarias y secundarias junto con un tratamiento farmacológico de las lesiones. Las medidas de prevención primarias son las que van encaminadas al uso de fotoprotectores y hábitos de exposición saludables y las de prevención secundaria incluyen medidas como la autoexploración con el fin de detectar de forma precoz las lesiones. Dentro de los tratamientos farmacológicos hay diferentes opciones en función del tipo de lesión, será el dermatólogo el que pautará de forma individualizada el más adecuado para cada paciente.