Como profesionales sanitarios, los farmacéuticos informan a la población de la importancia de la autoexploración y derivan al médico especialista en dermatología ante la sospecha de lesiones precancerígenas
Sensibilizar a la población de los riesgos de la exposición solar, ofrecer recomendaciones en hábitos saludables de fotoprotección para evitar la aparición del cáncer de piel e impulsar el diagnóstico y tratamiento precoz del cáncer cutáneo o de este tipo de cáncer en grupos de riesgo son algunas de las actuaciones profesionales que los farmacéuticos promueven a diario desde las oficinas de farmacia.
Los farmacéuticos madrileños se suman un año más a la campaña Euromelanoma 2023, la iniciativa europea que arranca hoy en España de la mano de la Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología y Veneorología (AEDV) para concienciar a la población sobre la importancia de protegerse frente al sol y autoexplorarse la piel con regularidad para prevenir la aparición del cáncer cutáneo.
“La red de tres mil farmacias de la Comunidad de Madrid aporta proximidad y garantía profesional para informar de los riesgos de la exposición solar y asesorar sobre el uso adecuado de protectores solares”, señala Raquel Aguado, vocal de Dermofarmacia y Productos Sanitarios del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid. “Los farmacéuticos pueden ayudar a los ciudadanos a concienciarse sobre la importancia de la autoexploración para prevenir el cáncer de piel y a elegir el protector solar más adecuado en función de la edad, el tipo de piel, la zona del cuerpo donde se vaya a aplicar, de si existen afecciones dermatológicas como acné, dermatitis atópica, rosácea o psoriasis, entre otras, además de ofrecer pautas de exposición solar segura”, añade.
La farmacia madrileña está también comprometida con la detección temprana del cáncer de piel y contribuye a informar y educar sobre los primeros signos y síntomas de alerta que hay que tener en cuenta, para derivar a los pacientes al dermatólogo, dentro de una colaboración activa con el resto de profesionales sanitarios para prevenir y facilitar el diagnóstico precoz del tumor cutáneo, una patología cuya incidencia ha aumentado de forma continua en los últimos 30 años, tal y como advierten desde la AEDV.
Cada año se diagnostican en España unos 5.000 casos de melanoma, el cáncer de piel con peor pronóstico, según datos de la Organización Mundial de la Salud.
Guía de fotoprotección en patologías dermatológicas
El Servicio de Información Técnica del COFM dispone de una Guía de fotoprotección en patologías dermatológicas, donde se detallan las enfermedades de la piel más comunes y cómo se deben proteger de la radiación solar, ya que “la radiación solar puede ayudar a mejorar o empeorar la evolución de las patologías dermatológicas”, advierte Rebeca González, farmacéutica responsable del Servicio de Información Técnica del Colegio.
La guía ofrece también consejos prácticos para evitar los efectos adversos a la exposición del sol, como evitar la exposición solar en las horas centrales del día, entre las 12 y las 16 horas, ya que en ese tiempo las radiaciones solares son más agresivas, optar por los colores oscuros, gorra o sombrero y usar gafas de sol homologadas que filtren, al menos, el 90 % de la radiación ultravioleta para evitar daños oculares, entre otras.
Los expertos recuerdan hacer uso de la fotoprotección durante todo el año desde edades tempranas y utilizar fotoprotectores que protejan frente a la radiación.
¿Qué protector solar necesita cada persona?
Los protectores solares previenen de los efectos nocivos que la radiación solar puede ocasionar al incidir en la piel y tienen que ser eficaces frente a las cuatro radiaciones: UVA, UVB, infrarroja y luz visible.
La luz UVB es la principal causa de las quemaduras por el sol y es la que desencadena la síntesis de melamina; mientras que los rayos UVA, que constituyen el 95 % de la radiación ultravioleta que llega a la superficie de la piel, penetran en la piel más profundamente y se asocian con las arrugas, la pérdida de la elasticidad, manchas, alergias solares, cáncer de piel y fotoenvejecimiento.
Los protectores solares varían en su capacidad para proteger contra los rayos UVA y UVB. Rebeca González apunta también que el factor de protección solar (FPS o SPF, en sus siglas en inglés) “solo nos indica la protección contra los rayos UVB, por lo que deben utilizarse productos que ofrezcan protección simultánea frente a rayos UVA y UVB”.
Los fotoprotectores deben también tener un efecto pantalla frente a la radiación infrarroja A (IR-A) y reducir la sensación de calor producida por el sol, especialmente en pieles sensibles, además de proteger frente a la luz azul o luz visible (HEVL). Estos rayos penetran a un nivel muy profundo y ocasionan envejecimiento de la piel, manchas, arrugas y pérdida de firmeza y elasticidad.
El COFM recomienda pedir consejo farmacéutico para comprender toda la información que ofrecen los envases de los protectores solares para poder elegir así el que más se adapte a nuestras necesidades.
Raquel Aguado recuerda que el farmacéutico es un “profesional sanitario imprescindible en la prevención del cáncer de piel y un aliado del dermatólogo, al promover hábitos de vida saludables que contemplen una exposición solar responsable, aconsejar sobre el uso del fotoprotector más adecuado y su modo de aplicación, informar a la población de la importancia de la autoexploración y derivar al médico ante la sospecha de lesiones precancerígenas”.
El COFM también profundizará en el abordaje de las patologías dermatológicas en DermoCOFM, encuentro profesional organizado por el Colegio y que tendrá lugar los días 4 y 5 de octubre.