La nueva terapia está basada en el fármaco Crizotinib, desarrollado por Pfizer, un inhibidor del gen ALK que actúa de forma selectiva en las células tumorales interfiriendo en su crecimiento y la supervivencia. El fármaco actúa concretamente en los pacientes con ALK positivo y a la nueva terapia oral podrán acceder los enfermos que ya hayan recibido una línea de tratamiento para su enfermedad.
El doctor Javier de Castro, del servicio de oncología médica del Hospital La Paz; Fernando López Ríos, del servicio de anatomía patológica, del Centro Integral Oncológico Clara Campal, y Cecilia Guzmán, jefe médico de la Unidad de Oncología de Pfizer, han presentado este tratamiento, lo que lleva a la identificación de la translocación del gen ALK como una nueva diana terapéutica para el tratamiento del cáncer.
El cuerpo de médicos ha coincidido en la importancia de los avances en medicina personalizada, ya que permiten aumentar las expectativas de los pacientes, cuando hace unos años, tal y como ha recalcado De Castro, la única opción de tratamiento para ellos era la quimioterapia.
El nuevo tratamiento llega a partir de los avances que se han producido en la investigación de los diferentes marcadores en cáncer de pulmón y las vías metabólicas en los que están implicados. Por ello, dadas las esperanzas que se abren con lo que se conoce como medicina personalizada o de precisión y a pesar de estar dirigida a un pequeño grupo de pacientes, los especialistas piden a las agencias reguladoras del medicamento que agilicen su burocracia para aprobar estos fármacos.
“Las agencias reguladoras tienen que ir a otra burocracia; no puede ser que un fármaco tarde un año en ser evaluado por la agencia reguladora o tarde un año mas en aprobarse en Europa con respecto a otros países de nuestro entorno”, ha denunciado De Castro.