La salud siempre ha estado presente en los principales términos de búsqueda de Internet, pero cada vez son más las personas mayores que acuden a la Red para buscar información sobre sus dolencias
Las personas mayores se han tenido que enfrentar a varios cambios generacionales, pero nada comparado con los avances en el campo de la tecnología. Internet se ha convertido en la ventana a un mundo que muchas veces parece diferente al nuestro, y más si cabe para estas personas, para las que la radio o la televisión supusieron toda una revolución.
El informe eEspaña de la Fundación Orange nos muestra la situación de nuestro país con respecto al resto de Europa, ocupando la decimosexta posición de un total de 27. Para elaborar el informe se tuvo en cuenta la “brecha digital” entre la población con rentas más bajas, la de menor nivel de formación, mayores, habitantes de zonas poco pobladas y por género.
Por detrás de países como Letonia, Estonia y Lituania, España muestra niveles de exclusión elevados, sobre todo entre los mayores de 55 años, tal y como se desprende del informe.
Los datos presentados son alarmantes, pues el 57% de nuestros mayores no ha utilizado nunca un ordenador, el 64% no ha visitado nunca Internet y entre quienes lo utilizan, sólo el 29% lo hace una vez a la semana. Estos datos comparados con la media europea establecen unos porcentajes del 44%, 49% y 57% respectivamente.
Beneficiosa para la salud
Según un estudio de la Universidad de California, el uso de la Red en personas mayores activa la capacidad cerebral y alarga la calidad de vida, ya que “estimula los patrones de actividad neuronal y podría aumentar el funcionamiento cerebral y cognitivo, lo que daría lugar a que los cambios producidos por el envejecimiento se desarrollasen más tarde”.
Uno de los últimos estudios elaborados para medir la actividad de los mayores en Internet ha desvelado tres perfiles diferentes: el usuario elemental, el cibercomprador y el denominado como “abuelo.com”. El primero dedica su tiempo frente al ordenador a realizar tareas básicas, tales como buscar información o enviar y recibir correos electrónicos; el segundo perfil va más allá, realizando compras en la Red e incluso atreviéndose a interactuar con otros usuarios; el tercero corresponde a los expertos en la materia, es decir, usuarios avanzados que participan en foros, tienen perfil en Redes sociales e incluso osan escribir sus propios blogs.
El perfil común del internauta español mayor de 60 años es un hombre (67% frente al 33% de mujeres), residente en ciudades con más de 100.000 habitantes y con un nivel de formación universitario o superior (60%).
Todos estos datos proceden del estudio “El abuelo internauta”, una curiosa investigación llevada a cabo por el portal de ofertas Club Oferting, que desvela los hábitos de consumo de Internet de los mayores de 60 años.
La búsqueda de información corresponde a una proporción de tiempo más elevada que en el resto de franjas de edad, donde prima el entretenimiento. Entre los contenidos más buscados por nuestros mayores se encuentran los de salud, con una clara tendencia a la obtención de información de ciertas enfermedades o dolencias que podrían padecer.
Sin embargo, aquí entra en juego el dilema moral y ético que se desprende de los cientos de referencias de la Red que juegan al despiste de sus lectores. Internet es un campo muy amplio donde la desinformación puede jugar malas pasadas a personas afligidas por su edad o sus dolencias, por lo que es indispensable informarse a través de sitios de confianza o desarrollados por expertos.
