Ante un diagnóstico de cáncer, los profesionales farmacéuticos se convierten en bastón del paciente para recorrer este arduo camino. Gracias a la formación específica en dermofarmacia oncológica, pueden fomentar el correcto autocuidado con productos personalizados y con un consejo experto y formado
El cáncer es una de las principales causas de morbi-mortalidad en España. Y de hecho, según el informe ‘Las cifras del cáncer en España’, editado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), se estima que el número de cánceres diagnosticados alcanzará los 280.100, lo que supone un ligero incremento con respecto a los años anteriores.
Este análisis anual recoge los datos de incidencia, mortalidad, supervivencia y prevalencia de cáncer en España. Y las previsiones de cara al año 2040 no son nada positivas: se espera que la incidencia alcance los 341.000 casos.
Los cánceres más frecuentemente diagnosticados en España en 2022 serán los de colon y recto (43.370 nuevos casos), mama (34.750), pulmón (30.948), próstata (30.884) y vejiga urinaria (22.295). A mucha distancia, los siguientes cánceres más frecuentes serán los linfomas no hodgkinianos (9.514), el cáncer de páncreas (9.252), el de riñón (8.078), y los cánceres de cavidad oral y faringe (7.779), estómago (6.913), cuerpo uterino (6.773) e hígado (6.604).
Ante un diagnóstico de cáncer, comienza un duro camino lleno de incertidumbre, miedo y lucha. Y, una vez empezado el tratamiento, se suma la aparición de los efectos secundarios. En este aspecto, los pacientes oncológicos encuentran en los profesionales farmacéuticos un compañero experto con el que recorrer el camino y al que pueden consultarle las dudas más frecuentes.
La farmacia es un punto cercano en el que el paciente puede preguntar, ya que ofrece información fiable para contrarrestar bulos y, como el centro sanitario más accesible al paciente, favorece que, al acudir varias veces en semana a él lo, el profesional pueda tener la oportunidad de identificar algunos efectos y derivar en el caso de que sea necesario.
El rol del farmacéutico con el paciente oncológico
En el marco del I Congreso de Oncología para Oficina de Farmacia se llevó a cabo el simposio online ‘Qué es un enfoque multidisciplinar del cáncer y cómo pueden ayudarte en la farmacia’, en el que participaron la fundadora de Impulsa Tu Farmacia, María del Carmen Saéz; la titular de la Farmacia Corredoria, Eva González; y titular de la Farmacia Espinos en Jávea, Mar Ruiz. Las dos últimas son farmacias oncológicas, es decir unidades de oncología de Hydroskin Oncology (que cuenta con 300 a nivel nacional), lo que significa que hacen una labor de acompañamiento y apoyo en el cuidado de la piel y las mucosas del paciente oncológico y en la gestión de su autocuidado.
“El viaje del cáncer no es único. Hay muchos viajes y cada persona lo vive de una manera diferente”, apuntaba Sáez, quien aseguraba que todos los tratamientos del cáncer tienen en mayor o menor medida efectos secundarios que afectan a la calidad de vida. “Hay descritos más de 250. En el 70% de los casos se produce sequedad de piel que incluye sequedad de la boca y vaginal, también cambios en la sensación de hambre o en la actividad física”, añadía.
Las farmacéuticas subrayaron que formarse en las necesidades de los pacientes oncológicos fue un reto, ya que sentían que no llegaban a dar un consejo experto personalizado. “La farmacia comunitaria ya tiene la formación y acompaña al paciente, por un lado, sobre la dispensación y asesoramiento del uso correcto de medicamentos prescritos y, por el otro, para ayudarle en el manejo de los efectos secundarios, ya sea en la prevención como en la identificación de los mismos”, añadía Sáez.
Dermofarmacia oncológica, aliada del autocuidado
Uno de los aspectos en los que el farmacéutico adquiere un papel relevante es en el valor del consejo de cara al autocuidado correcto, ya sea de la piel, labios, uñas, cabello y las mucosas. Precisamente de esto habló la Dra. Angels Arcusa, jefa de Servicio de Oncología Médica del Consorci Sanitari de Terrassa (Barcelona) en la charla ‘Autocuidado del paciente oncológico’, que tuvo lugar en el marco del I Congreso de Oncología para Oficina de Farmacia, y en la que participó Monste Abanades, cofundadora de Hydroskin Oncology.
En su charla, la doctora abordó la prevención de los efectos secundarios tras un tratamiento de cáncer. “Los tratamientos oncológicos tienden a producir un cierto grado de deshidratación ya que, en ocasiones, provocan vómitos o heces líquidas, lo que comporta un cierto grado de deshidratación, así como las mucositis (complicación producida por algunas terapias contra el cáncer en la que el revestimiento del aparato digestivo se inflama). Por eso es fundamental tanto la ingesta de líquidos por vía oral como una buena hidratación de la piel”, expuso la oncóloga. Existen líneas de productos farmacéuticos específicos para las situaciones de deshidratación de la piel de los pacientes oncológicos. “La hidratación siempre se tiene que hacer de forma preventiva, tiene que ser como la limpieza: diaria, continua y constante”, añadió.
“Los tratamientos contra el cáncer suelen resecar la piel y agredirla. Se debe hidratar dos veces al día y según el estado de la piel (puede producir descamación de las células superficiales de la piel, pudiendo originar fisuras y heridas ante el mínimo roces). Escoger cremas con emolientes lípidos, humectantes, nutritivos, con ácido hialurónico. Que no contengan alcohol, parabenos, colorantes, fragancias, etc. En el rostro es importante escoger productos adecuados y específicos (pérdida de brillo cutáneo, elasticidad, envejecimiento prematuro, adelgazamiento de la piel, tirantez, sequedad, etc.)”, explicaron desde Hydroskin Oncology.
La alopecia es otro de los efectos secundarios comunes, aunque no todos los tratamientos oncológicos la producen. “En este sentido, se debe llevar a cabo una higiene adecuada en el cabello con productos óptimos, evitar el secador y peinados que maltratan el pelo”, apuntó la doctora Arcusa, quien destacó también la importancia de la fotoprotección junto a los turbantes o pelucas. Se puede estar al sol, pero no tomando el sol y se debe aplicar el fotoprotector con la cantidad adecuada y reponer cada cuatro horas, fue uno de los apuntes que hizo en este aspecto.
“La mucositis se evita con una higiene óptima”, especificó la doctora. También aconsejaron que antes de que se inicie el tratamiento con quimioterapia se acuda a una revisión odontológica. En cuanto a la mucosa vaginal y anal, las alteraciones son frecuentes, por eso, aconsejaron que al notar las primeras molestias se consulte a un especialista para evitar que vayan a más.
Para las cicatrices, Hydroskin Oncology recomendó no utilizar hidratantes, desodorantes, polvos, etc., durante 10 días después de la cirugía. Y, a los 10 días, hidratar la cicatriz con cremas cicatrizantes. “Hidrata también la zona que rodea la herida, para aumentar la elasticidad y no apliques nada muy frío ni muy caliente porque podría interferir la cicatrización”, detalló.
Importancia de la fotoprotección
Desde Hydroskin Oncology aconsejaron que se evite la exposición solar en las horas de más radiación solar, es decir, de 12:00 a 16:00 horas. Además, se deben utilizar fotoprotectores solares con filtro alto (50+) frente a la radiación UVA y UVB. “Nos tenemos que proteger desde casa, antes de salir, se han de reponer cada 2 o 3 horas si queremos que sean efectivos en el agua y con el sudor y utilizar incluso en días nublados”, sostuvieron.
Por su parte, Augusto González, farmacéutico comunitario en Olivares (Sevilla) y coordinador del Grupo de Trabajo Dermatología de la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC), comentó la importancia de la fotoprotección en el paciente oncológico en la ponencia online que dio en el I Congreso de Oncología para Oficina de Farmacia. En la charla explicó que no se debe exponer al sol ningún paciente que esté con tratamientos oncológicos. “Algunos medicamentos hacen que la piel tenga reacciones adversas como es la sequedad extrema, fotosensibilidad, hiperpigmentación y dermatitis aguda”, aseguró el farmacéutico.
En esta línea, habló de los fotoprotectores solares, y destacó que, para elegir adecuadamente el fotoprotector solar se deben atender a aspectos como el fototipo y la tipología cutánea, el índice ultravioleta local, el factor de protección solar, el tipo de formulación y sus propiedades, la edad del individuo, la zona de aplicación, si se presenta alguna alergia o si se tiene algún tipo de alteración hormonal, por ejemplo, un embarazo, así como las lesiones previas de la persona (lupus, rosácea, vitíligo, etc).
Consejos de autocuidado: duchas y deporte
Además de la hidratación y la fotoprotección, Hydroskin Oncology ofreció algunos consejos generales para los pacientes en quimioterapia como limpiar dos veces al día rostro, cuello y escote y que las cuchas sean cortas y con agua tibia. El secado se debe hacer con pequeños toques de toalla, nunca frotando. “Es aconsejable que uses jabones oleosos o de glicerina, de PH similar al cutáneo (5 a 5,5) procurando evitar el uso de sustancias detergentes con PH básico y se deben evitar productos con lauril sulfato sódico muy frecuente en jabones”, agregó.
En cuanto al deporte, recomendaron la práctica de ejercicios suaves, como el yoga, caminar o pilates, y que se practiquen de forma moderada y nunca antes de dormir. La respiración diafragmática y las técnicas de relajación son herramientas muy útiles para el estrés. “Haz deporte en la medida que puedas, aunque tengas pocas ganas, es importante conocer nuestros límites y sin imponernos un nivel demasiado elevado para no generar un malestar emocional”, concluyeron los expertos de Hydroskin Oncology.
